¿Vale la pena comprar una SUV (o la locura se está saliendo de control)?

Una de las razones o excusas más comunes que la gente dice a la hora de comprar una SUV es “quiero tener mejor visibilidad y mayor seguridad”. Estos vehículos enormes te dan la ilusión de estar manejando un tanque: aunque suene exagerado, estas camionetas cuentan con mucho espacio, elementos inquebrantables de seguridad e incluso una funcionalidad todoterreno.

Sin embargo, en cuanto dejas de ver el mundo color de rosa, te darás cuenta que las SUV, los crossovers y las camionetas tienen desventajas preocupantes. Se ha registrado en numerosas ocasiones que las camionetas SUV son más propensas a volcarse, tener puntos ciegos letales, e incluso su tasa de mortalidad al conducirlas es bastante alta.

Echemos un vistazo a la creciente popularidad de estos vehículos y formemos una opinión informada para responder la pregunta: ¿vale la pena tener una SUV?

¿Cómo las SUV se han apoderado del mercado automotriz?

Hace unos 40 o 50 años, las carreteras estuvieron dominadas por los sedanes, hatchbacks y station wagons, y en ese tiempo, solo se veían unas pocas camionetas en granjas y sitios de construcción. Hoy en día, en Estados Unidos, el 80% de las ventas automotrices son SUV y pickups, y se han vuelto la opción favorita de la mayoría de personas que manejan.

El Reporte de Tendencias Automotrices de 2023, de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos, reveló cómo ha cambiado la participación en la producción de vehículos en los últimos años. En 1975, más del 75% de los vehículos producidos eran sedanes y station wagons, mientras que, en 2022, el 63% de los vehículos nuevos eran camionetas. Según expertos de la EPA, se espera que la producción de camionetas aumente en los próximos años.

¿Cómo es que sucedió?

La historia de las SUV comenzó durante la Segunda Guerra Mundial con el lanzamiento del Jeep Willys: una robusta camioneta que luego fue modificada y vendida como un todoterreno. Poco tiempo después, aumentó la popularidad del Jeep Willys, y los británicos lanzaron el Land Rover Defender, un vehículo más práctico que contaba con más funciones diseñadas para los agricultores y trabajadores.

En 1951, la Guerra de Corea creó una demanda de vehículos robustos, seguros y eficientes, lo que propició la creación de la legendaria Toyota Land Cruiser. Todos estos vehículos y muchas otras camionetas SUV llamaron la atención de compradores de todo el mundo, ya que ofrecían una nueva experiencia de manejo y otros beneficios que no se veían con regularidad en otros vehículos.

Sin embargo, el punto que marcó un antes y un después para las SUV y camionetas sucedió durante los años 90.

La gente se percató de que las SUV lo tenían todo: la practicidad de una van, la comodidad de un sedán de lujo y las funcionalidades de un todoterreno. Parecía que los compradores no tenían que sacrificar nada más que un montón de dinero. Además, muchas personas decían que tener mayor altura era más cómodo y proporcionaba una sensación de seguridad.

Ya que la demanda de estos autos iba en aumento, los fabricantes comenzaron a lanzar camionetas ligeras y SUV, como la Mercedes SUV clase M de 1997, el BMW X5 de 1999 y el Cadillac Escalade de 1998.

La demanda de estos vehículos era bastante alta. Los fabricantes comenzaron a hacerlos más llamativos y vieron que podían tener una mina de oro frente a ellos, ya que las SUV justificaban precios más altos y altos costos de mantenimiento.

Este es el caso de BMW: en los años 90, la compañía no ofrecía ni una SUV y ahora ofrecen 11. La demanda sigue en aumento. Incluso en la Unión Europea, durante 2022, el 49% de las ventas de autos nuevos consistieron en SUVs y crossovers: un aumento del 35% desde 2011, y la tendencia no parece disminuir en poco tiempo.

Representan un gran riesgo para todos, incluso para sus propietarios

La mayoría de las personas que compran una SUV piensan que hicieron una buena compra porque son más cómodas, prácticas y seguras para sus familias.

Sin embargo, aunque las SUV son más seguras en algunos casos, no siempre es así. Debido a su tamaño y peso (en promedio, son un 40% más pesadas que los autos normales), el manejo y la distancia de frenado se ven bastante afectados.

Las SUV se vuelcan con mayor facilidad

Volcarse es uno de los peligros más grandes al manejar una SUV. Ya que su centro de gravedad es mucho más alto en comparación con los autos normales, es más probable que una SUV se vuelque al derrapar o después de recibir un impacto.

De hecho, más del 90% de las volcaduras de SUV solo involucran al vehículo; es decir, suelen suceder al tratar de esquivar animales o perder el control por las malas condiciones de las calles.

La visibilidad empeora, no mejora

Las personas que manejan una SUV elogian su visibilidad porque “se puede ver de lejos”, pero no siempre es el caso, especialmente si la vista está siendo obstruida por otros vehículos de gran tamaño. Ten en cuenta lo siguiente: la altura del asiento y las dimensiones excesivas del vehículo limitan la visibilidad frontal.

Un portal de noticias decidió hacer una prueba muy interesante que evaluaba cuántos niños podrían sentarse en línea recta frente a una SUV sin que el conductor los viera. El resultado fue aterrador: solo podía ver al niño en la novena posición. Miles de niños son atropellados cada año, y muchos de estos accidentes ocurren porque los padres no alcanzan a ver a sus hijos jugando en la cochera porque el frente de su camioneta es tan enorme que básicamente están en un punto ciego.

Zonas peligrosas de impacto

Otro gran problema que tienen los vehículos de gran tamaño es que la defensa se encuentra muy arriba. Ya que su posición es diferente a la de los autos normales, los impactos en caso de un accidente no son iguales. Es por ello que muchas personas se ven obligadas a cambiar a una SUV solo porque no quieren ser arrolladas por una camioneta .

Durante muchos años, las SUV no se vieron afectadas por las disposiciones de altura, pero esto ya cambió. La defensa delantera de una SUV no puede estar a más de 69 a 71 cm del suelo: una diferencia de 12 a 15 cm más que la de los autos normales. Sin embargo, ya que estas son las alturas máximas permitidas, las diferencias entre las alturas de ambas defensas tienden a variar, lo que crea puntos de impacto desiguales.

Por dicha diferencia, los peatones tienen 2 a 3 veces más probabilidades de morir atropellados por una SUV en comparación con un auto normal. En esos casos, el diseño de los autos normales es bastante flexible porque los peatones son lanzados sobre el cofre durante el impacto y las personas terminan con lesiones en la parte inferior del cuerpo.

Sin embargo, ya que la parte frontal de las SUV es mucho más alta, los peatones suelen sufrir impactos mortales o son arrojados por debajo del vehículo.

La mayoría de las SUV no tienen sentido

Aunque hay muchas opciones de donde elegir, rara vez es la opción perfecta. Independientemente de lo que digan los comerciales y propietarios, la mayoría de las camionetas, crossovers y SUV no tienen sentido.

Muchas personas tienen la idea de que las SUV son los vehículos más seguros, robustos y prácticos, pero no es así. La mayoría son más lentas que los autos normales, suelen usar el doble de combustible, son más caras de mantener, tienen un mal desempeño fuera de las calles y no son tan prácticas que digamos. En pocas palabras, las SUV hacen la mayoría de las cosas que hacen las station wagons o vans, las únicas diferencias es que su mantenimiento es más caro y que brindan una experiencia de manejo bastante deficiente.

Además, aunque los fabricantes tienden a usar materiales “ecológicos” y ligeros para ayudar al medioambiente, el peso promedio de un auto ha aumentado unos 100 kg en la última década, principalmente por las SUV.

¿Cómo afectan las SUV y crossovers en nuestra vida diaria?

Los conductores suelen quejarse de que las calles son demasiado estrechas, que los ciclistas ocupan mucho espacio y que faltan lugares de estacionamiento. Aunque quizás la razón principal de estos problemas sea que el gobierno no cuenta con la infraestructura necesaria para contener el creciente flujo vehicular, una de las principales razones es que muchos vehículos son más grandes de lo que deberían.

Estas son algunas de las cosas que han sucedido o incrementado por la creciente popularidad de las SUV:

• Hay un mayor consumo de gasolina
• Las personas con SUV necesitan cambiar de llantas y comprar refacciones con regularidad
• Las SUV son el segundo mayor contribuyente al aumento de emisiones a nivel mundial
• La visibilidad en las carreteras ha empeorado a causa de los vehículos de gran tamaño
• Ahora caben menos vehículos en estacionamientos y en las calles
• Las personas gastan más en seguros de auto

Los vehículos grandes también cambian nuestro punto de vista. Las personas que conducen SUVs tienden a pensar que están en una “cápsula protectora”, corren mayores riesgos y no toman las precauciones básicas. Aunque un auto normal tiene una distancia de frenado mucho más corta, las personas siguen prefiriendo las SUV, con la excusa de que no siempre se pueden evitar los accidentes y que desean sentir mayor seguridad en caso de uno. Sin embargo, la realidad es que muchos accidentes suceden porque las SUV son más inseguras que un auto normal.

Además, en comparación con un auto normal, los costos de reparación de una SUV dañada son bastante elevados porque las refacciones son más caras y su estructura es más complicada. Por ejemplo, los datos de nuestros reportes de historial vehicular han registrado que el costo promedio de reparación de una Ford F-150 (una camioneta) después de un accidente es de $187,438; de un Ford Fusion (un sedán mediano), $90,921; de un Honda Civic (un auto compacto), $61,275; y de una Honda CR-V (una SUV crossover compacta), $123,180.

Aunque existen excepciones, el costo general de la mano de obra y las refacciones es superior en vehículos más pesados y complicados.

Gran depreciación

Ya que su fabricación es más costosa, y que las personas están obsesionadas con este tipo de vehículos, su precio de venta suele ser más alto que el de los autos normales. Debido a que las SUV y crossovers son más complejas y los costos de mantenimiento son más altos, con el paso del tiempo se vuelven bastante problemáticas, lo que disminuye el valor del vehículo de manera significativa.

Sin embargo, si te interesa este tipo de vehículos, debes saber qué camionetas conservan mejor su valor. Estas algunas de las mejores SUV:

• Honda CR-V
• Toyota SUV RAV4
• Subaru Crosstrek
• Lexus NX
• Jeep Wrangler
• Toyota Land Cruiser

La mayoría de estas SUV son más confiables, por lo que no se deprecian con tanta rapidez. Las SUV híbridas en México también pueden ser opciones viables, ya que son más fiables y te permiten ahorrar gasolina a largo plazo. Por lo tanto, si quieres saber si una SUV se adapta a tus necesidades y estilo de vida, debes organizar tus prioridades y evitar las compras impulsivas. Incluso puedes ver las opciones de SUV Volkswagen o KIA SUV que mejor se adapten a tus posibilidades.

La próxima electrificación de vehículos no soluciona el problema

Aunque la sociedad quiere dejar de usar los combustibles fósiles y optar por lo eléctrico, no puede dejar de lado el deseo de usar un vehículo de gran tamaño.

El gran problema de los autos eléctricos es que su alcance es bastante limitado y el costo de las baterías está por los cielos. Teniendo esto en cuenta, las SUV requieren motores aún más potentes y más baterías de ion-litio para tener un alcance decente. Además, necesitan mejores frenos, suspensiones más fuertes y otras modificaciones, lo que las hace excepcionalmente caras y pesadas.

Por ejemplo, la Mercedes-Benz EQS, la Ford F-150 Lightning Extended-Range y otras SUV eléctricas pesan casi 3 toneladas y utilizan una batería dos veces más grande que la de una de un vehículo eléctrico.

¿Por qué la gente sigue comprando las SUV?

Quizás pienses que una SUV te salvará de todo lo que te arroje la Madre Naturaleza, pero no es así. Incluso la mayoría de los agricultores y constructores no compran una SUV o camioneta porque son bastante caras, consumen muchísimo combustible, y no son lo suficientemente resistentes para el trabajo.

Nuestra mentalidad se ha visto afectada por todas las estrategias de marketing que hemos visto en diferentes medios de comunicación. Los fabricantes piensan: “vamos a ayudarles a escapar de su aburrida realidad y hagámosles sentir que están más seguros”, pero esta es una falacia. Solo piensa en cómo los fabricantes nombran sus modelos: Explorer, Navigator, Pathfinder, Renegade o Escape. ¿Cuál es el problema? La mayoría de estos vehículos se van a manejar en ciudades y lugares llenos de tráfico.

Antes de ir a comprar una SUV 7 pasajeros, asegúrate de reflexionar: “¿en verdad necesito este vehículo?”. No solo lo idealices.